Pero 6km despues de la salida, a la altura de Kerlux, vuelvo a percibir el ruido y recuerdo mi incumplida promesa de revisar la Merida en casa. El ruido sólo se producía cuando dejaba de pedalear así que dando un vistazo sobre la marcha a mi rueda trasera me doy cuenta de que está hecha un ocho. Me detuve y comprobé los radios. Todo en su sitio, no habían radios sueltos, así que decido continuar y no hacer mucho el bestia.
A partir de ahí las cosas van más o menos bien, mi orientación no falló y realmente la carretera bordeaba la montaña. Subo por la carretera que une Vall de Uxó y Chilches y encuentro el cruce del día anterior.
Tras tomar el cruce y ascender llegó el momento de colocar la cámara para grabar la bajada. Ya había cogido práctica así que antes de darme cuenta estaba comenzando a bajar, dejándome caer, trazando tranquilamente sin coger velocidad. Una curva a derechas, una pequeña recta y una curva a izquierdas. Me abro para tomar la segunda pero estúpido de mí me meto en una pequeña zanja de forma innecesaria. Al tomar la curva noto un sonido extraño... la rueda estaba en el suelo y al parar me doy cuenta de que un radio estaba partido.
¡Maldición! Aún quedaba el descenso fuerte. Lo tendría que hacer con extremo cuidado. No quedó otra, un "rac" "rac" continuo me recordaba el estado de mi rueda trasera así no era el momento de hacer el idiota y bajé a 30km/h por donde la semana anterior iba a 60.
No me quedaba cámara de recambio ni kit de reparación así que me concentré en no pillar ningún hoyo y conseguí volver a casa.
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